Mujeres a la alza

Los desafíos que enfrentan las mujeres han ido cambiando de acuerdo a su época. Para muestra hay que voltear a los alrededores y observar que cada día son más aquellas que dedican buena parte de su tiempo a su carrera profesional, pero sin descuidar las otras facetas de su vida.


El tema de la mujer en el ámbito profesional ha ido en crecimiento e, incluso, se ha convertido en moda. Esto es algo extraordinario si se considera que las mujeres han formado parte de este mundo desde el inicio y han contribuido al crecimiento y el desarrollo en la misma medida que el hombre. La historia recuerda a grandes mujeres líderes y ahora son ellas quienes celebran no sólo un mes de la mujer, sino un día exclusivo para el género femenino: el Día de las Madres.
En realidad, las mujeres tienen capacidad, al igual que los hombres, de desempeñarse de forma exitosa, aunque en muchos casos con mayor eficiencia.

El día de hoy abordamos el tema de las mujeres que forman parte de la plantilla laboral del Consulado de los Estados Unidos de América, quienes son un verdadero ejemplo de perseverancia y profesionalismo, del que hacen gala en forma modesta. Su papel es el de ser esposas, madres y funcionarias. Un día en su vida tiene mucha acción: pueden pasar de una reunión importante en la oficina a un festival infantil y una cena en casa.

Dentro del servicio público, en el caso de los Estados Unidos de América, se ofrece un apoyo constante para que las mujeres puedan desarrollarse como profesionistas. Ellas enfrentan grandes responsabilidades desde una visión distinta.

En algunas ocasiones han sido un poco intimidadas por la presencia masculina o viceversa, pero es más una cuestión cultural que se vive en Latinoamérica. Deben demostrarse primero a sí mismas y después a los demás, que son capaces de desempeñar su trabajo con excelentes resultados. Debajo de este grado no es aceptable.

Cuando se llega a la carrera profesional las mujeres se enfrentan a varios desafíos, primero a los cambios de residencia, lo cual no resulta un problema sino hasta que llegan el marido y los hijos.

En entrevista especial con tres de las representantes del consulado, ellas comparten sus secretos para tener un trabajo exitoso y una familia en completo orden.

Tres voces distintas

Lynn W. Roche, Cónsul Regional para Prensa y Cultura; Lora Baker, Cónsul Comercial; y Martha L. Melzow también Cónsul. Las tres nacieron en los Estados Unidos, escogieron el servicio a su país desde sus fortalezas, y como parte de su trabajo, no pueden establecerse de tiempo completo en un solo país; necesitan cambiar su residencia constantemente. En la época de soltería las cosas se vuelven difíciles, pues llegan a un lugar y apenas están conociendo los alrededores cuando llega el cambio. Resulta divertido, pero al cabo de un tiempo la vida se torna solitaria. No hay ocasión para echar raíces.

Una vez que contraen matrimonio las cosas son distintas; ahora tienen que trabajar en los acuerdos con sus respectivas parejas. Por ejemplo, en el caso de Lynn, su marido es también funcionario y cada vez que necesitan cambiar de residencia necesitan ver en qué lugar pueden tener una buena posición de trabajo, y también qué es lo mejor para sus hijos antes de mudarse.

El caso de Martha es muy distinto, pues su marido trabaja como profesor en Monterrey, así que el tiempo que comparten juntos es muy valioso para ambos.

Lora está casada con un hombre que no es funcionario y actualmente espera la llegada de su segundo bebé.

Como funcionarias tienen que cambiar de residencia en unos cuantos años, pero la partida debe ser con todos los miembros de su familia. En algunos casos sus hijos tienen la nacionalidad pero no ha llegado el tiempo de que conozcan y vivan realmente en su país.

Cualidades únicas

El esfuerzo que han tenido que hacer para dedicarse al trabajo del departamento del Servicio Exterior ha sido grande. En primer lugar, tienen que tener un soporte a nivel académico y entonces pasar por todo un proceso de selección, en el que tienen que demostrar sus aptitudes para de-sempeñar un puesto. Lo siguiente es su trabajo, en el que principalmente sirven a su país y a la gente de otros países.

Deben contar con disposición para el cambio de residencia, con un sistema integrado de adaptación, pues igual les toca estar en Oriente como en Europa o en Latinoamérica. A cada sitio al que llegan necesitan llevar a su familia.

Otra de las cualidades de estas funcionarias radica en su relación de pareja, pues deben tener una sincronización total para poder salir adelante en equipo. Muchas veces son ellas las que llevan las riendas de la familia y, por lo tanto, necesitan contar con un compañero para enfocarse en el trabajo y compartir las responsabilidades de la familia, sobre todo en el caso de los hijos. La confianza en la relación es indispensable, en medida de este apoyo ellas pueden enfocarse en hacer una mejor carrera dentro del Servicio Exterior.

De momento esto suena a sacrificio, pero no lo es. Ellas verdaderamente están entregadas a su desarrollo profesional; en su trabajo en Guadalajara, se les ha brindado el apoyo necesario para llevar a cabo una vida normal, incluso cuentan con permisos especiales en caso de alguna necesidad relacionada con su familia.

Las diferencias de género son cosa del pasado

Como mujeres nos enfrentamos a un mundo que es gobernado aún por los hombres, y cada vez el cambio en cuanto a la actitud de género se hace más evidente. Ahora las mujeres están más capacitadas para ocupar puestos y tener cargos con mayores responsabilidades; ya no queda espacio para las diferencias.

El trío de cónsules femeninas no han sentido en su carrera esa diferencia.Lynn comenta: “Para nosotras, trabajando para el Departamento de Estado, no existe discriminación. En mi clase, por ejemplo, éramos más mujeres que hombres, y en mi trabajo no he encontrado obstáculos de género dentro del Departamento de Estado, quizás sí y un poco en las culturas con quienes trabajamos; depende en qué parte del mundo. En Asia o en el Medio Oriente hay otras cosas que requieren consideración”.

El trato muchas veces en otras culturas puede ser distinto; sin embargo, el reto para la mujer es tomar una actitud profesional sobre el asunto o en la oficina; hombres y mujeres pueden trabajar juntos como profesionales. Martha Mezlow habla de su experiencia: “He encontrado en mí misma el obstáculo más difícil, creo que soy un poco mayor que Lynn y no tuve nunca problemas de ese tipo; una actitud común es que los muchachos no quieren salir con las chicas que van a la escuela con ellos y que tienen una mejor calificación o un mejor trabajo, y entonces a lo que te enfrentas es a tomar una actitud diferente. Si tienes que hablar fuerte en el trabajo, hay que hacerlo”.

Lora Baker trabaja en la sección de Comercio y las situaciones a las que se enfrenta son diferentes, en su caso ella trata mucho con hombres: “En muchas reuniones de trabajo yo soy la única mujer; eso te pone en situaciones distintas, pero como es una cuestión de negocios, la actitud es buena”.

Para ellas como mamás profesionales, su trabajo les permite realizar actividades con la familia, ya sea en los fines de semana o por las tardes. El Cónsul General, Edward J. Ramotowski, les da esas facilidades para estar con su familia o acudir a los eventos que organiza la escuela, tal como los festivales del Día de las Madres. Siempre y cuando no se descuide la agenda profesional, todo está en lograr un balance.

Dentro de esta área de trabajo las oportunidades de crecimiento que se dan son muchas, incluso en la historia del Consulado en Guadalajara ha habido muchas mujeres que se han convertido en un ejemplo modelo de carrera. Ellas han ido abriendo el camino y promoviendo el trabajo de las mujeres.

Mucho se ha escrito sobre la mujer. Con estas historias de mujeres exitosas queda asentado que no existen límites para el crecimiento profesional y que el trabajo no debe ser un obstáculo para estar con la familia. Se puede dar un giro a la tradición y crear una sociedad más saludable, que a la larga generará un mejor gobierno, en donde reinen la igualdad y el respeto.

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