Aunque muchos ciudadanos acuden de manera normal a las oficinas del Registro Nacional de Personas (Renap) existe un sector inhabilitado para realizar ese trámite, por carecer de documentos emitidos por las municipalidades y obstáculos burocráticos. Es el caso de mujeres residentes en el municipio de Ixcán y otras localidades del departamento de Quiché. Legalmente, no existen para el Estado.
Doña Ana Rosales, residente de la comunidad Victoria 20 de enero, en Ixcán, ilustra la situación. Nunca ha tenido una certificación de nacimiento pues sus padres consideraron que no era importante poseerlo. Por ser mujer, estaba destinada para realizar oficios en la casa y por ello, no requería documentación alguna.
Se estima que sí hubo mujeres inscritas, no obstante, durante la época del conflicto armado, al verse obligadas a huir de la violencia y buscar refugio no llevaron consigo sus documentos. Al retornar, encontraron sus casas destrozadas, quemadas u ocupadas por extraños, por lo que perdieron todas sus pertenencias. Desde entonces no han podido ejercer sus derechos cívicos, entre ellos, votar o inscribir propiedades a su nombre.
Ésa no es la única pérdida de oportunidades. Además de no poder votar, hay mujeres que no han podido requerir servicios públicos como salud, educación, inscribir propiedades y otras instituciones públicas donde piden como requisito los documentos de identificación.
Jornadas de documentación
Algunas organizaciones han implementado jornadas de documentación para apoyar a las mujeres en el trámite de sus documentos. La Asociación Mujer Vamos Adelante con el apoyo del Proyecto Tinamit, financiado por la Unión Europea, desarrolló la iniciativa “Servicios de Asistencia Técnica para el Fortalecimiento y Articulación del Movimiento de Mujeres y Apoyo al Proceso de Ejercicio de la Ciudadanía Plena”.
En esas jornadas se logó documentar a 74 mujeres durante 2008.
Carmen Quej, encargada del proceso, explica que las mujeres obtuvieron su respectiva cédula de vecindad y también acudieron al Tribunal Supremo Electoral para empadronarse. No fueron trámites sencillos ya que en el registro civil de Ixcán, carecían de sus partidas de nacimiento.
Hubo complicaciones en casos de mujeres originarias de otros departamentos como Izabal, Alta Verapaz y Huehuetenango.
Ixcán se caracteriza por ser un punto de migración interna en Guatemala. El personal del proyecto realizó coordinaciones intermunicipales para facilitar la emisión de lo requerido y continuar con el trámite en la comuna local.
El personal de las otras municipalidades brindó el apoyo necesario y se logró que todas las mujeres que se inscribieron en el proyecto obtuvieran su documentación. El alcalde de Ixcán, Carlos Cahuec, dijo que aún hace falta cobertura similar para las mujeres residentes en comunidades recónditas.
El proyecto incluyó localidades de Chichicastenango, Santa Cruz del Quiché, San Antonio Ilotenango y Nebaj. Sin embargo, no se tuvo el éxito esperado. Se estima que el costo de viajar a la cabecera municipal para efectuar los trámites estaba fuera de sus posibilidades económicas.
En algunos casos se han suscitado problemas de desconfianza, como en el municipio de Nebaj. Las promotoras del proyecto utilizaron como estrategia, anuncios en las radios locales. El alcalde, Virgilio Jerónimo Bernal, envió a su personal para investigar las intenciones del proyecto y si tenían nexos con algún partido político. Ese ayuntamiento prefirió negar el apoyo que se esperaba, según relató Juana Baca Velazco, colaboradora del mismo.
Doña Ana Rosales, residente de la comunidad Victoria 20 de enero, en Ixcán, ilustra la situación. Nunca ha tenido una certificación de nacimiento pues sus padres consideraron que no era importante poseerlo. Por ser mujer, estaba destinada para realizar oficios en la casa y por ello, no requería documentación alguna.
Se estima que sí hubo mujeres inscritas, no obstante, durante la época del conflicto armado, al verse obligadas a huir de la violencia y buscar refugio no llevaron consigo sus documentos. Al retornar, encontraron sus casas destrozadas, quemadas u ocupadas por extraños, por lo que perdieron todas sus pertenencias. Desde entonces no han podido ejercer sus derechos cívicos, entre ellos, votar o inscribir propiedades a su nombre.
Ésa no es la única pérdida de oportunidades. Además de no poder votar, hay mujeres que no han podido requerir servicios públicos como salud, educación, inscribir propiedades y otras instituciones públicas donde piden como requisito los documentos de identificación.
Jornadas de documentación
Algunas organizaciones han implementado jornadas de documentación para apoyar a las mujeres en el trámite de sus documentos. La Asociación Mujer Vamos Adelante con el apoyo del Proyecto Tinamit, financiado por la Unión Europea, desarrolló la iniciativa “Servicios de Asistencia Técnica para el Fortalecimiento y Articulación del Movimiento de Mujeres y Apoyo al Proceso de Ejercicio de la Ciudadanía Plena”.
En esas jornadas se logó documentar a 74 mujeres durante 2008.
Carmen Quej, encargada del proceso, explica que las mujeres obtuvieron su respectiva cédula de vecindad y también acudieron al Tribunal Supremo Electoral para empadronarse. No fueron trámites sencillos ya que en el registro civil de Ixcán, carecían de sus partidas de nacimiento.
Hubo complicaciones en casos de mujeres originarias de otros departamentos como Izabal, Alta Verapaz y Huehuetenango.
Ixcán se caracteriza por ser un punto de migración interna en Guatemala. El personal del proyecto realizó coordinaciones intermunicipales para facilitar la emisión de lo requerido y continuar con el trámite en la comuna local.
El personal de las otras municipalidades brindó el apoyo necesario y se logró que todas las mujeres que se inscribieron en el proyecto obtuvieran su documentación. El alcalde de Ixcán, Carlos Cahuec, dijo que aún hace falta cobertura similar para las mujeres residentes en comunidades recónditas.
El proyecto incluyó localidades de Chichicastenango, Santa Cruz del Quiché, San Antonio Ilotenango y Nebaj. Sin embargo, no se tuvo el éxito esperado. Se estima que el costo de viajar a la cabecera municipal para efectuar los trámites estaba fuera de sus posibilidades económicas.
En algunos casos se han suscitado problemas de desconfianza, como en el municipio de Nebaj. Las promotoras del proyecto utilizaron como estrategia, anuncios en las radios locales. El alcalde, Virgilio Jerónimo Bernal, envió a su personal para investigar las intenciones del proyecto y si tenían nexos con algún partido político. Ese ayuntamiento prefirió negar el apoyo que se esperaba, según relató Juana Baca Velazco, colaboradora del mismo.
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