Luego de tres años de ausencia, la recientemente casada Magaly Solier regresa a la pantalla grande y esta vez en el filme Extirpador de idolatrías, bajo la dirección de Manuel Siles, con quien conversamos sobre esta nueva aventura.
¿De qué trata Extirpador de idolatrías?
Tiene tres líneas narrativas, la primera es de dos policías que investigan los crímenes en una comunidad andina. Esta parte se enfoca en la discriminación ya que el asistente es discriminado por su jefe y este a la vez se siente disminuido por haber sido destacado a un pueblo. Alrededor de esa línea narrativa se trenzan dos más, una segunda es la del amor que se despierta en dos niños, ella criada como una chamana intenta introducir en ese mundo mágico al niño que a la vez está siendo criado de espaldas a la forma tradicional andina porque así fue criada su madre. Con la llegada de la niña, nace el conflicto de esa madre al no saber si seguir su modelo de vida de una forma occidental o conocer el mundo al que pertenece. La tercera línea narrativa muestra a un personaje siniestro, un asesino que mata decapitando basado en creencias ancestrales y descalificando propuestas de desarrollo.
¿Cómo nace la idea de plasmar la discriminación o las creencias ancestrales en una película?
La idea nació cuando trabajé en Huarochirí, en una empresa que llevaba luz a las comunidades. Me relacioné con la gente de allá de manera estrecha y conocí algunas costumbres muy arraigadas. A partir de ahí comencé a ficcionar cosas que veía o lo que me tocaba vivir.
¿Cuánto te tomó escribir el guión?
Una vez que tuve claro qué es lo que quería contar, le di una forma narrativa a la historia en mi cabeza y de ahí el guión fue casi una transcripción, pero la reescritura sí me costó mucho más de un año. Tuve la colaboración de mi hermano Abraham Siles, que a la vez es mi productor y asistente de dirección en la película.
¿Cuál es el mensaje que buscas plasmar en este filme?
La película mostrará posturas muy claras sobre otras formas culturales que viven en nuestro país y que desde la capital las consideramos inferiores y queremos imponer nuestras formas de entender el mundo. Espero que la cinta pueda fomentar el debate sobre el tema y provocar en los espectadores un espacio de reflexión y la toma de una postura frente a lo que pasa en nuestro país.
¿Cuál es el personaje de Magaly Solier? ¿Cómo la convenciste para que participe?
Magaly hace de la madre del niño, criada de una forma occidental y quien entra en conflicto al conocer sus raíces. Contar con ella ha sido un orgullo, es una actriz que, a pesar de haber llegado lejos con su trabajo, no ha perdido su compromiso con su ideología. A ella no la persuade nadie. Cuando la contacté, conversamos sobre el personaje que haría. Ella tomaba apuntes mientras le explicaba y de pronto dijo: cuándo firmamos el contrato, y no habíamos hablado de precios. Para mí fue conmovedor ver cómo se interiorizó el personaje.
¿Quién más te acompaña en el elenco?
El personaje de Extirpador es del actor Augusto Casafranca de Yuyachkani. Como detectives participan Oswaldo Salas y Óscar Ludeña, la niña chamana la interpreta Paulina Bazán. Diego Yupanqui hace del hijo de Magaly Solier y participa también la actriz Fiorella Flórez como una reportera.
¿Cuándo y dónde se inició el rodaje?
Empezamos el 3 de mayo en Huancaya. Hemos hecho un alto pero terminaremos en setiembre. Haremos tomas en Pachacámac, San Bartolomé y en Lima. El estreno será el próximo año.
¿Cómo está siendo financiada?
Con recursos propios de nuestra productora La Luna Pintada y el aporte de algunos inversionistas amigos que apuestan por la película. Ahora esperamos los resultados del Festival De Cine que se resuelve a fines de julio y vamos a buscar auspiciadores para terminar el rodaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario