Cuculiza: "Si hubiera sido hombre no habría sido dictador"

Es viuda, tiene 70 años y vive sola. Todos los sábados visita en prisión a Alberto Fujimori y toman desayuno. Dice que será fujimorista hasta el final de sus días, que Montesinos fue un gran estratega y que su madre fue la persona más autoritaria que ha conocido. Fue reina de belleza y enfermera, y se arrepiente de haberse casado. A su pareja de 15 años lo encontró asesinado sobre el volante de un auto y promueve la pena de muerte. La congresista Luisa Cuculiza se confiesa en “Otra Pregunta”. Por Paul Alonso / Fotos Musuk Nolte -Cuando era niña no quería salir de la hacienda para nada. Cuando me trajeron a Lima sufrí mucho. En el colegio en molestaban bastante. Me decían serrana. -Creo mucho en los ángeles. Son mi eterna compañía. Cuando llego a mi casa es como si llegara a un refugio, donde solo hay ángeles alrededor. -Haber sido reina de belleza fue una etapa muy triste de mi vida. No me gustaba estar en las pasarelas, que vístete de ropa de baño, de traje de fiesta. Son cosas que no están en mi manera de ser. -No creo que exista un hombre que me quiera acosar. Le iría muy mal. -Mi mayor frivolidad es estar conectada lo más posible al canal ESPN… El tenis es mi locura. Cuando veo un partido de la NBA doy gracias a Dios. -El personaje más autoritario que he conocido es mi madre, una siciliana de un genio... No hablabas dos veces y tenías que salir corriendo. Y mi padre era una paloma de la paz, era el hombre más bueno del mundo. -Si hubiera sido hombre, quizás habría sido trompero. Quizá habría tenido la oportunidad de hacerme un futbolista o basquetbolista extraordinario. Pero en mi época no se daba eso. Había mucho machismo… No, no habría sido un dictador. -Si no fuera por Fujimori, hoy estaríamos con Abimael en Palacio. -La declaración que más me han criticado fue cuando dije que la Corte Interamericana de Derechos Humanos eran unos viejos decrépitos que no conocían la realidad del país. Ahora les quitaría lo de viejos decrépitos. -Las palabras de Cristo son órdenes para mí, porque fue el hombre más sabio que pisó esta tierra. Y él mismo dijo: a aquel que dañe a un niño, envuélvanle una piedra en el cuello y tírenlo al mar. ¿Qué es eso? Es pena de muerte. -Ahora voy a seguir luchando para que la pena de muerte se amplíe un poco más, para las personas que roban niños, tipo VRAE, que los secuestran y los tienen ahí muriéndose de hambre, todos famélicos. Lo único que les enseñan son doctrinas comunistas. ¿Esa gente merece vivir? -Júntense diez, quince, veinte mujeres, vayan a tocar esa puerta y saquen a ese violador. Porque la mujer no se puede defender sola. - Una vez en mi tierra le tiré un trompón a un hombre que le pegaba a una mujer y lo tiré al suelo. Y se me paró. Y yo también. Y ahí quedó, porque son cobardes. -Me casé a los 23 años, pero no me hagas acordar… No me fue bien en mi matrimonio. Fue una etapa de mi vida medio macabra. -Cuando asesinaron a mi pareja, fue bravísimo. Pasé cerca de dos o tres meses pensando que todavía vivía. Cuando salí a despedirme de él lo encontré tumbado sobre el timón. Ya le habían reventado la cabeza a balas. En el velorio, en el entierro, es como si estuvieras pensando en otro mundo. Pero cuando la realidad te enseña que no está, ahí empiezas a sufrir mucho. -Lo que más me molesta de Vargas Llosa es su soberbia… Además odia a los fujimoristas. Decir Fujimori para él es decirle aquí está el demonio. Y a mí el fujimorismo se me va a separar del cuerpo cuando me metan a mi caja. -Las mujeres hacían cola en el Ministerio de Salud y en las postas médicas para esterilizarse. -Las cosas tienen que ser justas. Montesinos era un estratega de primera, inteligentísimo, resolvía problemas que nadie podía resolver. -El presidente (Fujimori) está muy mal anímicamente, emocionalmente. Son 22 kilos de peso que ha bajado. No tiene deseos de seguir adelante. Yo voy todos los sábados donde él y tomamos desayuno juntos... A veces se sonríe. Y cuando ya me quiero levantar, me dice quédese un ratito más.

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