Rosario Aldaba González, Regidora del PAN y Presidenta de la Comisión de Equidad de Género del Ayuntamiento de Lerdo, consideró la importancia de dar continuidad a los programas que se impulsaron en apoyo a la mujer en la pasada gestión, como fue el de Cambio de Vida a la Mujer, ya que muchas de ellas que fueron rescatadas de la prostitución, e integradas como empleadas de la presidencia, aunque ya fueron despedidas.
Calificó como un error el que las autoridades actuales hayan suspendido ese programa, que dejó tantos beneficios a un grupo de mujeres que luego de dedicarse a la prostitución pasaron a aprender oficios como cocina, artesanías, manualidades y otros, que les permitieron obtener una nueva fuente de empleo e ingresos para la manutención de su hogar.
“Después de que ya llevaban un avance, un trabajo y una modificación en su conducta, faltó darle esa continuidad por parte de la actual administración, que dejó pasar de largo la importancia que tiene el haber rescatado a estas mujeres”, dijo.
Como antecedentes, recordó que este grupo de mujeres fue rescatado luego del cierre de las cantinas y bares ubicados en la Colonia Francisco Villa Norte, cerca del periférico, a fin de ofrecerles otra opción de vida apartado de la prostitución que ejercían, otorgándoles a cambio talleres de capacitación, becas y despensas.
Mencionó Aldaba González que en estos talleres las mujeres recibieron terapias psicológicas y talleres de capacitación a oficios, pero admitió que no fue suficiente porque no alcanzó el tiempo, estimando en ello la comprensión del alcalde Carlos Aguilera para darle continuidad.
“Ellas necesitan estar en constante capacitación, recibir atención psicológica, pues, sí bien terminaron un ciclo terapéutico, necesitan más de estos servicios”, dijo Rosario Aldaba.
Recordó que en la intención de darles una nueva oportunidad para dignificar su empleo, la pasada administración contrató a doce de ellas para diversas áreas de servicios públicos, sin embargo, lamentó que a la fecha sólo dos o tres mantengan su empleo, pues el resto fueron dadas de baja de manera injustificada.
“Estamos viendo una falta de sensibilidad de la actual administración, pues esas mujeres llevaban un programa para mejorar su calidad de vida, que incluía no sólo estar aptas para desempeñar un empleo digno, sino aprendieron a quererse y a cuidarse y ahora de un plumazo todo se ha acabado”, concluyó.
Calificó como un error el que las autoridades actuales hayan suspendido ese programa, que dejó tantos beneficios a un grupo de mujeres que luego de dedicarse a la prostitución pasaron a aprender oficios como cocina, artesanías, manualidades y otros, que les permitieron obtener una nueva fuente de empleo e ingresos para la manutención de su hogar.
“Después de que ya llevaban un avance, un trabajo y una modificación en su conducta, faltó darle esa continuidad por parte de la actual administración, que dejó pasar de largo la importancia que tiene el haber rescatado a estas mujeres”, dijo.
Como antecedentes, recordó que este grupo de mujeres fue rescatado luego del cierre de las cantinas y bares ubicados en la Colonia Francisco Villa Norte, cerca del periférico, a fin de ofrecerles otra opción de vida apartado de la prostitución que ejercían, otorgándoles a cambio talleres de capacitación, becas y despensas.
Mencionó Aldaba González que en estos talleres las mujeres recibieron terapias psicológicas y talleres de capacitación a oficios, pero admitió que no fue suficiente porque no alcanzó el tiempo, estimando en ello la comprensión del alcalde Carlos Aguilera para darle continuidad.
“Ellas necesitan estar en constante capacitación, recibir atención psicológica, pues, sí bien terminaron un ciclo terapéutico, necesitan más de estos servicios”, dijo Rosario Aldaba.
Recordó que en la intención de darles una nueva oportunidad para dignificar su empleo, la pasada administración contrató a doce de ellas para diversas áreas de servicios públicos, sin embargo, lamentó que a la fecha sólo dos o tres mantengan su empleo, pues el resto fueron dadas de baja de manera injustificada.
“Estamos viendo una falta de sensibilidad de la actual administración, pues esas mujeres llevaban un programa para mejorar su calidad de vida, que incluía no sólo estar aptas para desempeñar un empleo digno, sino aprendieron a quererse y a cuidarse y ahora de un plumazo todo se ha acabado”, concluyó.
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