La soltería, solo de boquilla

CHANY SEBASTIÁN Riofrío de Aliste cerró a las cuatro de la madrugada de ayer domingo su segunda y muy animada «Caravana de Mujeres» con un sabor agridulce. Por un lado estuvo la magnífica organización, incluida la colaboración de los casados y la acogida y hospitalidad de los vecinos, así como su trascendencia a nivel nacional e internacional; por el otro el descontento casi general entre los 30 mozos con la Asociación de Caravanas de Mujeres de Madrid pues una gran parte de las 66 mujeres, aseguran, muy molestos, «vinieron a pasar el rato con todos los gastos pagados». No obstante, consideran que no se puede ni se debe generalizar pues otras tuvieron un comportamiento digno de elogiar y si vinieron en busca de un hombre alistano.


La tarde y la noche estuvieron más animadas con la magia de José Mari, magistral como siempre, y los bailes caribeños y así al menos seis mozos y seis forasteras iniciaron unas relaciones «formales» que luego, con el paso del tiempo, «habrá que ver si terminan en algo, en pareja o en nada».


La buenas intenciones de los mozos chocó con las, quizás no tanto, de algunas de las mujeres: «Nos han engañado, muchas de ellas están ya casadas» afirma Emilio González. Sus dudas, al menos en parte, son ciertas. Cuando este periódico realizaba él reportaje gráfico a un soltero en tono cariñoso con una de las participantes, está pidió «por Dios y por el Diablo» que «por favor no me saquéis en la prensa, que no me vea mi marido con otro, que es muy celoso y luego puedo tener problemas», a la vez que sin tapujos reconocía su frecuente participación en las caravanas. Demasiados dedos con alianzas.


Éxito mediático nacional de la Caravana de Mujeres, dos días portada en Telediario en España e internacional: un periódico de Holanda, el «NRC Handelsblad» envió a Riofrío a uno de sus más prestigiosos periodistas a seguir el acontecimiento. «En Holanda no hay tanta despoblación como en España, allí las caravanas de mujeres ni siquiera existen y por eso la gente está muy interesada en conocer lo que pase en Aliste y porque los hombres buscan así una mujer para formar familia» aseguraba Merijn de Waal.


El coste de la caravana rondó los 3.000 euros: 1.200 se los llevó el autobús que traslado a las mujeres desde Madrid. Cada mozo puso 50 euros y varias empresas colaboraron. Para la comida se mataron cinco corderos de pura raza «Castellana» de unos 30 kilos y cinco tostones de alrededor de 20. Ellas y ellos tuvieron barra libre durante las 14 horas de convivencia para animar el cotarro.