“En la repostería nunca puede faltar azúcar, huevos, harina y vainilla. Con estos cuatro ingredientes se pueden hacer maravillas... y si quieres darle un toque de felicidad, ponle leche condensada Nestlé” (risas), nos dice Sandra Plevisani, una de nuestras mayores expertas en postres, dulces y todo aquello que nos alegra la vida. Convocada por Nestlé, encabeza el equipo de maestros de la repostería peruana que participan en 'El Boulevard de la Dulzura’, el espacio más gustoso de Mistura, la feria gastronómica que hoy abre sus puertas.
NO HAS NOMBRADO AL CHOCOLATE. ¿ES PRESCINDIBLE?
Sí. Por ejemplo, mi mamá no come chocolate porque dice que le duele la cabeza. En cambio, a mí me da felicidad. Si no como un chocolatito a las 6 p.m., no me siento bien.
ALGUNOS COCINEROS, POR EL TRAJÍN, NO COMEN LO QUE COCINAN. ¿TE PASA LO MISMO?
Yo devoro lo que preparo porque soy muy crítica conmigo misma y, si no lo pruebo, cómo sé si está bien; todos dicen que no parece que comiera, empezando por mis hijas, pero eso sucede porque hago mucho deporte. Ayer, mientras hacía mis suspiros, tuve que hacer un merengue de Oporto adicional porque me comí la mitad (risas).
ME ENCANTA LA MASA CRUDA DE LAS TORTAS…
Yo nunca la como porque me parece que es mejor cuando está cocida. Al que le encanta es a mi marido, a Ugo… y también a los camarógrafos de mi programa de tele (ríe). Mis abuelas decían que la masa cruda te hacía mal al estómago, eso ha quedado en mí.
¿ERES TRADICIÓN O VANGUARDIA?
Soy bien tradicional, pero 'revisito’ algunas recetas clásicas. En la repostería, muchas cosas están dadas –las tartas, los pye, los suspiros–, pero se les puede dar algunos toques creativos: por ejemplo, el suspiro con chirimoya o lúcuma es más rico aun. Sucede que hoy, gracias a la tecnología, se pueden lograr cosas mejores.
¿GRACIAS A LA TECNOLOGÍA HACES MEJORES POSTRES QUE TU MADRE?
No, pero gano tiempo. Antes tenía una persona que me hacía el merengue a mano… y se tomaba horas enteras. Ahora, gracias a la tecnología, hago cinco postres en un minuto con la batidora. Esto no significa que la calidad sea hoy superior.
ESTAMOS ORGULLOSOS DE NUESTROS PLATOS SALADOS. ¿DEBEMOS ESTAR ORGULLOSOS DE NUESTROS POSTRES?
Claro. Los peruanos tenemos una tradición dulcera: no conozco peruano al que no le guste el dulce. Cuando terminamos de comer, siempre nos provoca algo dulce, ¿no te ha pasado? Por mi programa de tele y por Nestlé viajo por todo el Perú, y no tienes idea de la cantidad de cosas maravillosas que descubro alrededor del mundo de la repostería: la crema volteada de Doña Carmen, los alfajores de Mollendo, las tejas de Ica (la chocoteja tiene 30 años; las demás, millones) y mucho más. Lamentablemente, algunas de estas delicias se están perdiendo porque se le da más importancia a lo salado. Yo creo que si uno no termina su comida con un dulce, con una cosa gloriosa, todo se va al agua (ríe). Comer debe tener un final feliz: el delicioso postre.
¿LOS PERUANOS LLEGAMOS AL POSTRE?
Olvídate, no sabes lo que es. En mi restaurante, la gente siempre guarda espacio para el postre. Además, a mí me gusta compartir, ya he publicado 26 libros con mis recetas, no tengo secretos… salvo el de la bocanegra, mi postre más famoso (risas).
CON ESTA ONDA LIGHT, ¿LA GENTE SE ESTÁ ALEJANDO DE LOS POSTRES?
Para nada. Es más, algunos vienen a mi restaurante, después de haber cenado en otro lugar, solo por el postre, ¿dime si eso no es halagador? Además, yo misma soy el ejemplo de que se puede ser saludable comiendo postres. Uno no es más saludable porque coma solo tres lechugas; nadie se debe limitar, debemos comer de todo; lo importante es tener una vida sana, ser ordenado, metódico, deportista. No me gusta la angustia en las personas. Si el dulce te da felicidad, ¿por qué lo vamos a quitar de nuestras vidas? Me siento orgullosa cuando se acaban mis postres y raspan el plato (risas).
NUESTRO PAÍS TIENE UNA VARIEDAD INFINITA DE FRUTAS…
Es una maravilla. Además, una fruta al natural ¡ya es un postre! A la gente 'light’ le digo que la fruta es puro dulce, pura azúcar natural. Si uno se come un mango, una chirimoya, ¡ya se está comiendo un postre! Acá tenemos todas las frutas todo el año. Uno no puede excusarse, puede preparar los postres que desee, siempre. ¿No es una cosa maravillosa?
Y AHORA ESTÁS EN MISTURA…
Siempre la he pasado bien allí, pero me decía “le falta algo”: era el dulce (risas). Por eso, estoy feliz: hemos creado un espacio para nuestros maestros reposteros, quienes vienen de todo el Perú. ¿Qué mejor ocasión para mostrar nuestros postres regionales? Hay gente que hace cosas maravillosas y, hoy, gracias a Nestlé, maestros como Olga Cachi (Trujillo, crema volteada), José Pázara (Arequipa, queso helado), Gaby Agurto (Piura, chumbeques de miel), Gene de Vicente (Lima, guargüeros) y varios más están en Mistura.
¿YA TE GUSTA EL KING KONG?
(Ríe). Nunca me peleé. En Lambayeque le dicen 'el alfajor del norte’. He visitado a todos sus productores, como el señor Piscoya, y puedo dar fe de que es delicioso. Tú no me vas a tergiversar, ¿no? (risas).
SANDRA, ¿SABES CUÁL ES MI POSTRE PREFERIDO?
¿Cuál?
FRESAS CON LECHE CONDENSADA…
(Risas). Te creo: es el postre más rico del planeta.
“Toda comida debe tener un final feliz y delicioso: el postre”
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